Ser querido

  Cuánto tiempo ya pasó de ese último beso. Lo más doloroso es que no lo recuerdo, no recuerdo ese beso, ni tu aroma, ni tus abrazos, ni tus palabras. Lo único que puedo recordar gracias a algunas fotos, es tu delicada cara.
  La verdad es que te extraño demasiado, y sé que todo sería mucho más fácil si vos estuvieras acá, conmigo, dándome un abrazo o tan solo hablándome.
  Me hace tanta falta sentir tu presencia en esta casa.
  Mamá me decía que cada vez que me sienta sola mire a la estrella que más brilla, porque vos estas ahí. Sinceramente, no muchas veces la miro, pero las veces que la miro son de verdad muy importantes para mí.
Yo te siento en todos lados, no tan solo en esa estrella. Lo más importante es que te siento en mi corazón, y aunque que tu cuerpo ya no esté, sé que me acompañas en cada paso que doy, y desde el lugar en donde hoy estás, pensas en mí y te acordas de todo lo que hoy yo no puedo acordarme, también sé que desde ahí me cuidas, tanto a mí, como a toda la familia.
Sé que no te gustaría que en éste momento esté llorando, pero es que deseo tanto estrujarme entre tus brazos, o que tu barbilla roce mis mejillas  y así poder sentir qué fragancia era la que usabas.
Algún día vamos a volver a vernos, de eso estoy segura. Y te voy a contar cada una de las cosas que fueron pasando en todos estos años. Y vamos a volver a compartir esos momentos tan lindos que hoy se escapan de mi mente.
 Te amo y te voy a amar por siempre.